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Amistades Tóxicas

Actualizado: 21 ago 2021


Con 17 años entré a un mundo completamente diferente y extraño para mi: la universidad. Creía que no sería para nada difícil hacer nuevas amistades pues yo era una chica súper extrovertida y estaba lista para empezar de la mejor manera posible mi experiencia como universitaria.

Lo que me ayudó a socializar con mis compañeros fue el prepo o las clases de inducción que nos impartieron antes de empezar oficialmente el semestre, ahí pude conocer a casi todos y tuve mi primer grupo de amigas. De todo el grupo había una chica en especial con la que tuve una conexión inmediata porque nos gustaba el mismo grupo musical y eso nos unió bastante.

Tenía muchas cosas en común con ella, nos entendíamos, hablábamos de todo, de chicos, de música, hacíamos trabajos de la U en fin empezamos hacer casi todo juntas, llegamos al punto de estar casadas en Facebook lo cual estaba tan de moda en esa época y las chicas siempre lo hacían con su mejor amiga y obviamente yo no fui la excepción.

Todo pintaba de maravilla con mi nueva "mejor amiga", estuvo para mi y yo para ella e incluso celebramos nuestros cumpleaños juntas porque valga la coincidencia cumplíamos una después de la otra, con ella tuve mi primera experiencia de ir a una discoteca como mayor de edad, la pasé excelente fue un momento inolvidable, incluso recuerdo que yo ya salía con alguien y también estuvo presente.

Ella me ayudaba con el chico que me gustaba y todo mi círculo de compañeros lo conocían y yo estaba viviendo el sueño de cualquier chica en la universidad. Amigos, un "novio" sentía que no me faltaba nada.

Pero no todo fue como me hubiera gustado, después de haber cumplido 18, haber celebrado y haber pasado un buen rato todo se fue al piso cuando mi"mejor amiga" me dejó de hablar. Yo pasaba por malos momentos porque el semestre estaba por terminar y yo ya había perdido una materia, estaba muy triste y ya no tenía con quien hablar o quien desahogarme y para rematar el chico con el salía también me dejó. Quedé completamente sola, hasta el día de hoy no estoy segura de cuál fue la razón para que ella se dejara de juntar conmigo pero la verdad es que fue uno de los momentos más tristes y duros por los que pasé siendo mi primer semestre en la universidad donde todo completamente todo era nuevo sobretodo las personas.

Lo que abre camino a mi siguiente historia, después de quedar sola y el semestre por terminar hice otra amiga, yo ya la conocía porque estábamos en el mismo curso pero no habíamos llegado a ser tan cercanas, ella fue como el rayo de luz que necesitaba en ese momento. Ella se me acercó y nos empezamos a llevar bien.

El mal sabor de boca por mi fallida amistad empezó a pasar y mi nueva amiga se convirtió en un gran apoyo para mi casi hasta el final de mi carrera.

Digo casi porque tampoco resultó ser lo que yo esperaba.

Cabe resaltar que fuimos amigas muy pero muy cercanas por cuatro largos años, hubieron momentos lindos e inolvidables, compartimos casi todo sobre nuestras vidas éramos como hermanas, salíamos a bailar juntas, hacíamos trabajos en grupo juntas, la invitaba a mi casa y yo iba a la suya, hablábamos de todo lo que nos pasaba y nos apoyábamos mucho todo fue mutuo hasta cierto punto.

Nuestra amistad empezó a tener sus altos y bajos, al inicio discutimos un poco por la culpa de un muchacho que nos gustó a ambas pero en ese tiempo ella tenía novio y al final eso lo resolvimos pero la espinita de desconfianza ya quedo ahí.

Luego a la mitad de nuestra carrera nos separamos, dejamos de ser compañeras y ya no nos veíamos tanto como antes, intentábamos hacer lo posible para estar juntas y salir de fiesta de vez en cuando.

Una de las veces que salimos a bailar me encontré con amigos de mi colegio que se los presenté sin ningún recelo, entre uno de ellos se encontraba mi mejor amigo que tiempo después empezó a salir con ella.

Al inicio no me molestó que estuvieran juntos pero cuando empezaron a haber problemas entre ellos fui yo quien quedó en medio y no quería estar de lado de ninguno. Intenté ayudarla pero todo se me empezó a salir de las manos cuando tuve que guardar sus secretos que no eran buenos y afectarían la relación que tenía con mi amigo. Tuve que ocultar que ella salió con dos chicos aparte de mi amigo y eso no me hizo sentir nada bien. Así sus mentiras empezaron a crecer, desde algo muy pequeño a otras algo grandes.

La relación que tuvo con mi amigo terminó y yo intenté hacer lo posible para darle palabras de aliento cuando estuvo triste pero si que fue difícil y no podía encontrar la manera de hacerle caer en cuenta de que ella también cometió errores y que en parte lo que pasó era lo mejor.

A partir de eso hubieron varias situaciones que me sacaron de onda, como ya no compartíamos tiempo como antes me enteré que salió con chicos que ella sabía que me gustaban y luego me lo mencionaba como si nada. -Ah mira salí con fulanito y nos fuimos a tal lado.-No te conté?

Pero la gota que derramó el vaso fue cuando ella me dijo que mis compañeros hablaban mal de mi y que ella estaba cansada de defenderme, discutimos mucho por eso e intentamos arreglarlo pero luego lo empeoró cuando me dejó plantada en mi fiesta de cumpleaños. Después de eso intentó explicarme que fue lo que pasó y por qué no pudo ir pero yo ya no quería hablar más con ella. Todas las cosas que ella me había hecho últimamente me lastimaron tanto y cortamos todo contacto.

El tiempo que permanecimos separadas me di cuenta que no la extrañaba, me quedaron los buenos momentos que vivimos pero no me hacía falta.

Las dos éramos polos distintos que al final resultaron chocando un poco, yo era muy abierta con mis cosas y mi vida y ella era más reservada, varias veces me sacó en cara ciertas cosas que hacía e intentó hacerme de menos por salir y relacionarme con varios chicos. Yo tenía la mente muy abierta en cuanto a chicos y experiencias y ella no perdió la oportunidad de hacerme sentir mal varias veces cuando ella también tenia sus cosas casi como yo. Fue muy mojigata al hacer o decir lo que hacía pero claro cuando se trataba de mi estaba completamente mal.

Las cosas dejaron de ser mutuas, cuando yo la necesité ya no estuvo para mi, pero si me buscaba para que yo la ayudase con algún trabajo o con cualquier otro favor, empezó a hablar a mis espaldas y también me volvía invisible cuando su novio estaba presente. Eso de entre algunas otras cosas y fue así como nuestra amistad se terminó.

Esta experiencia me ayudó mucho a crecer y madurar, me ayudó a no confiar fácilmente en las personas y a ser selectiva al momento de entablar amistades. Dolió en su momento pero también me fortaleció y me hizo dar cuenta que existen muchísimas más personas en el mundo que aún puedo conocer.

Así fue mi experiencia con amistades tóxicas, les cuento esto para que no hagan lo mismo que yo y para que sepan reconocer las banderas rojas en el momento correcto. Está bien cortar una amistad cuando esta ya no aporta nada a nuestra vida o cuando sentimos que estamos de sobra.

Hay que ser inteligentes a la hora de elegir amigos. Y ustedes han tenido que terminar con un amigo o una amiga alguna vez?




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